2021 demostró que la tecnología sigue siendo más esencial, más distribuida, más híbrida y más multi-nube que nunca. En un mundo que evoluciona desde cualquier lugar, el gasto en TI siguió alcanzando nuevos umbrales y los viajes de transformación digital de los clientes se aceleraron. En 2022, creo que veremos cuatro temas acelerados y en la primera línea de la agenda de los CIO.
Una cultura centrada en los datos
Desde nuestras primeras civilizaciones, la humanidad ha creado culturas construidas a partes iguales sobre el juicio (evaluando la información disponible) y la intuición (asumiendo su mejor conjetura). Ahora, con las enormes inversiones en infraestructuras tecnológicas inteligentes y autónomas, nuestro mundo está cada vez más orientado a los datos. Se producen cantidades cada vez mayores de datos, que son aprovechados por la IA y el ML utilizándose de forma autónoma para mejorar las funciones y operaciones de todas las facetas de nuestra sociedad.
Para 2025, Gartner espera que el 70% de las organizaciones hayan puesto en marcha arquitecturas de IA. Estamos en un punto de inflexión, a medida que nuestra comprensión de cómo controlar los datos, protegerlos y liberar todo su potencial se arraiga culturalmente. Dentro de las organizaciones, una cultura de intercambio de datos, nuevos comportamientos y un mayor conocimiento de los mismos, nos ayudarán a superar la «paradoja de los datos» y a reimaginar los procesos y los resultados. Esta es la Era de los Datos, y estamos evolucionando hacia una cultura centrada en los datos.
El futuro de la multi-nube es ahora
El mundo de las TI entiende los beneficios de la nube. Pero a medida que los modelos de nube maduran, no se trata de una nube pública o privada, sino de una nube múltiple.
El año que viene, se espera que más del 90% de las empresas desplieguen cargas de trabajo en una combinación de nubes privadas, nubes públicas, SaaS e infraestructura existente.
El año que viene, se espera que más del 90% de las empresas desplieguen cargas de trabajo en una combinación de nubes privadas, nubes públicas, SaaS e infraestructura existente.
El futuro de la multi-nube es ahora, y los arquitectos de la gestión de datos, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático dependerán del acceso sin fisuras a múltiples nubes. Aquellos que puedan acceder a múltiples nubes, con las cargas de trabajo adecuadas en cada una de ellas, tendrán una ventaja estratégica. Una experiencia consistente en la nube dondequiera que se despliegue y desarrolle la tecnología -ya sea en los centros de datos, en la nube pública o en el edge- será el punto estratégico de control de datos para el mundo de las nubes múltiples.
La gran descentralización
La era del Edge Computing no ha hecho más que empezar. Y con el crecimiento del edge, el péndulo sigue oscilando hacia un entorno más distribuido. Tendremos más datos, más ubicaciones y más casos de uso en el edge que nunca, desde ubicaciones remotas y resistentes hasta tiendas minoristas y plantas de producción.
IDC espera que el número de nuevos procesos operativos desplegados en el borde crezca desde menos del 20% actual hasta el 90% en 2024.
IDC espera que el número de nuevos procesos operativos desplegados en el borde crezca desde menos del 20% actual hasta el 90% en 2024.
Los clientes reconocen el potencial del edge, pero luchan por extraer valor, ya que se enfrentan a limitaciones de seguridad, conectividad y costes.
Asistiremos a una inversión e innovación masivas en tecnologías altamente distribuidas, automatizadas e inteligentes a medida que las plataformas de borde se desarrollen y desplieguen rápidamente.
De las afirmaciones corporativas al impacto corporativo
La pandemia nos ha traído muchas cosas: retos, cambios y nuevas innovaciones. Pero, sobre todo, nos ha dado la oportunidad de reflexionar.
Nuestros clientes y empleados han tenido la oportunidad de pensar en lo que es más importante para ellos y esperan la implicación de la empresa y un enfoque colectivo para lograr un impacto, incluso cuando se enfrentan a retos y vientos en contra de sus negocios.
De hecho, el 90% de las empresas del índice S&P 500 publican ahora un informe de RSC. Esto acelera la rendición de cuentas sobre el progreso, ya que los objetivos anuales en materia de ESG y las actualizaciones auditadas pasan de ser algo «bonito» a una práctica recomendada establecida y un motor del valor de la empresa.
Veremos un impulso en muchas áreas –sostenibilidad corporativa, cambio climático, economía circular, condiciones de trabajo, diversidad e inclusión, satisfacción de las necesidades de los empleados en cuanto a flexibilidad en el lugar de trabajo y más- a medida que las empresas tomen medidas y las partes interesadas las hagan responsables.
A estas alturas, hemos aprendido que podemos hacer conjeturas sobre lo que está por venir, pero ciertamente no podemos esperar nada. «Esperar lo inesperado» podría seguir siendo un lema común en 2022.
Sin embargo, como con cualquier año nuevo, tenemos la oportunidad de empezar con un nuevo optimismo. Y como optimista tecnológico que soy, mi juicio e intuición me dicen que tenemos mucho que esperar.