¿Cómo contribuye la computación en la nube al medio ambiente?

La preocupación medioambiental es uno de los principales motores de innovación en las empresas. Las pymes intentan ser más sostenibles ya que son conscientes del impacto ambiental de sus acciones.


Los consumidores también se preocupan por la sostenibilidad, y cada vez son más quienes tienen en cuenta las cuestiones medioambientales a la hora de hacer una compra. Son consumidores concienciados que buscan nuevas formas de reducir su propio impacto y emisiones de dióxido de carbono, pero también se interesan por conocer las políticas de RSC y los compromisos de sostenibilidad de las empresas. De esta manera, pueden comprobar rápidamente que lo que compran ha pasado por consideraciones medioambientales que están alineadas con sus propios intereses y preocupaciones.

En la actualidad, muchos consumidores se inclinan de manera natural por las empresas que priorizan la sostenibilidad. Desde el punto de vista de las empresas, la sostenibilidad y apostar por las tecnologías que la facilitan es algo de importancia estratégica.

¿Por qué se considera el Cloud computing una tecnología limpia?

Existen muchas dudas acerca de si la tecnología en la nube es o no una tecnología limpia. La realidad es que estas tecnologías distribuidas son una buena herramienta para mejorar en sostenibilidad y reducir de manera global las emisiones contaminantes.

Disponer de infraestructura local es costoso desde el punto de vista económico y medioambiental. Es necesario disponer de espacio físico, instalar sistemas de refrigeración y asumir los costes de la energía necesaria para mantenerlo todo en funcionamiento.

Además, los servidores y las instalaciones son utilizados solamente por la empresa.

Por el contrario, una infraestructura Cloud libera a las empresas de estas ataduras y permite ahorrar en costes de todo tipo, desde los asociados al espacio físico en el que alojar los servidores, hasta los costes de energía y mantenimiento. Los recursos en la Nube se pueden compartir entre varios clientes, disminuyendo la huella de carbono individual. Así se consigue un menor impacto ambiental agregado.

Además de estas consideraciones, los proveedores de servicios en la Nube se certifican y trabajan para aumentar enormemente la eficiencia de sus centros de datos, lo que implica una reducción muy significativa en cuanto a emisiones de carbono en comparación con los centros de datos tradicionales.

Hay estudios que sugieren que las grandes empresas pueden reducir su huella de carbono por usuario hasta en un 30%, mientras que las pequeñas empresas lo hacen hasta en un 90%. Las razones son variadas:

  • Los centros en el Cloud computing cuentan con tecnología actualizada, más eficiente desde el punto de vista energético. Los equipos físicos más eficientes desde el punto de vista energético son costosos, por lo que las pequeñas empresas no pueden acceder a tecnología de alta gama. Los centros de datos en el Cloud suelen estar en mejor posición para comprar y utilizar la última tecnología, lo que los lleva a ser más eficientes de manera natural.

  • Un informe de Google habla de que el uso de los centros de datos aumentó en torno al 550% entre 2010 y 2018, pero la cantidad de energía consumida por esos equipos solo creció un 6% en ese lapso. Esto sugiere que, a medida que la industria evoluciona y se vuelve aún más centrada en la nube, los grandes centros de datos seguirán mejorando la eficiencia energética.
  • Los centros de datos en la nube disponen de medidas que suelen proporcionar energía de reserva y refrigeración eficientes.

  • En el Cloud, la tasa de utilización de los equipos es mucho mayor y no es frecuente contar con hardware infrautilizado. Eso significa que hay menos desperdicio de energía en general.

  • Trasladar el software de la empresa al Cloud es más eficiente desde el punto de vista energético, porque no son necesarios productos físicos que consuman electricidad para poder acceder a las aplicaciones habituales.

  • Las tecnologías basadas en la nube reducen o eliminan la impresión de documentos, la firma, el escaneo y el almacenamiento.

  • El ratio de eficacia en el uso de la energía (PUE) divide la energía total de la infraestructura de TI entre la energía total utilizada por el centro de datos. El Cloud permite a los centros de datos alcanzar un ratio PUE más bajo de lo que podría lograr una empresa con un centro de datos en las instalaciones.

  • Los servicios de computación en nube permiten un trabajo más ágil, es decir, ayudan a los empleados a trabajar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Gracias a esto, se pueden reducir los desplazamientos diarios y las emisiones de carbono asociadas a estos.

  • Por otra parte, cada vez son más los centros de datos que utilizan energía renovable, lo que reduce considerablemente la huella de carbono global.

La conclusión es que los diferentes tipos de Cloud computing ayuda a reducir la huella de carbono directa e indirectamente. Eso significa que las empresas no sólo van a disfrutar de las ventajas naturales del Cloud como pueden ser la reducción de costes, la flexibilidad, seguridad y resiliencia de estos sistemas, sino que también van a contribuir decididamente a reducir el impacto medioambiental de su actividad, y a construir un mundo más sostenible.

About the Author: Ricardo Labarga

I am responsible for representing Dell to our customers and Spain to Dell. In my role as Managing Director, my goal is to provide the Spanish market with the best end-to-end IT solutions.